Capítulo 1. RESISTIRÉ
Joel vigila desde su atalaya, apostado entre geranios mustios, bragas vintage del H&M y leotardos de La Patrulla Canina. Espera estoicamente a que den las 19:58 horas y emprende los aplausos. Siempre es el primero y —¿por qué no admitirlo?— le satisface enormemente encabezar la procesión vecinal de palmas. Él lleva el paso. Dando palmas, firmes, con fuerza. Silbando con intensidad, mientras reproduce a todo volumen —todo el que permite el altavoz Bluetooth— Resistiré, del Dúo Dinámico. No puede evitar emocionarse mientras el sonido de las sirenas se apaga. «Los del Tercero A no salen nunca», observa, pero no tiene tiempo para pensamientos negativos.
Entra corriendo. Salta por encima de Arya, que mantiene una lucha encarnizada contra El Pollo Pepe, y esquiva a Diana en plena postura del guerrero (la profesora de Yoga online no podía hacer la videollamada a otra hora, ella tiene excusa). Termina de freir el seitán a toda prisa, no le queda mucho tiempo, a las 21:30 horas sale la vecina con la excusa de sacar al perro y tirarse media hora hablando por teléfono.
Armado, cacerola en mano y mano de mortero en otra, Joel vuelve a la carga:
—¡Métete en casa, cabrona, tenías que ponerte enferma! ¡Ojalá se muera tu perro!
Foto: Pooja to Soorya (Sun) from The Sundhya or the Daily Prayers of the Brahmins (1851) by Sophie Charlotte Belnos (1795–1865).
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